CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Una de las mejores cosas que he aprendido es a sonreír. Si, quizá ya sabía y se me había olvidado, pero el caso es que ya superando los 70 años he aprendido a sonreír. Es una de las mejores cosas que he encontrado en lo alto de la montaña, porque superar los 70 es como subir una montaña, en el sentido de que a veces es un poco cuesta arriba, o te resbalas y te despeñas, o incluso tienes que trepar entre rocas, o entre zarzas.

El caso es que arriba resulta que todo es maravilloso. Por eso a los que están subiendo la montaña les digo “arriba, arriba”, “arriba empieza lo bueno”. Da igual si eres bizco, tuerto, iletrado o demasiado astuto y has engañado a todo el mundo, robándole la cartera al más desprevenido.

Da igual, los platos rotos también son personas y se comunican, y cuando se comunican ni son platos ni son rotos. Son personas. Simplemente están cumpliendo una misión, una función, acompañándote.

Realmente no sabemos cuál es la misión de cada persona en tu vida, porque tú siempre en tu vida eres el centro, y no sabemos cuál es el encargo de cada persona.

Todos los platos, o sea las personas, son perfectos en alguna dimensión y en otra dimensión son útiles. En una dimensión son perfectos para ser contemplados, en otra son perfectos porque son útiles y en otras están rotos.

Al final la persona puede elegir en qué dimensión vivir. Precisamente es libre cuando elige, y cuando es libre es cuando conecta con su ser auténtico, su ser divino, su ser real.

José Cabal. Vía Tzolkin.