Dios no quiere que le obedezcas. Dios no quiere que le obedezcas desde el miedo, sino que le ames, que abras tu corazón al amor, que entregues tu corazón al amor, a la luz, como hijo.
La luz y el amor en tu corazón, con los ojos abiertos de tu conciencia, te hacen Hijo de Dios, Dios encarnado y libre como humano.
José Cabal. Viatzolkin.com