Los castillos exponen una presentación de las ondas. En ese sentido, la presentación de los 5 castillos es el equivalente a la presentación en el Tzolkin tipo de los 20 sellos en la primera columna.
La forma en que aparecen los 20 sellos en la primera columna es fundacional, porque va a representar el orden inmutable en que aparecen siempre los 20 sellos.
Estamos hablando solamente de sellos, no de tonos, que puesto que son 13 no representan a los sellos, que son 20, siendo su representación similar a las 13 columnas, donde están los 20 sellos siempre en el mismo orden, de modo que lo que cambia en cada columna es el tono.
El equivalente a la presentación de los 20 sellos es la presentación de las 20 ondas, y esto es lo que sucede al hablar de los castillos.
Los castillos contienen las 20 ondas agrupadas de 4 en 4, cada uno con un color. Esto es también similar a cómo se presentan los 20 sellos, que en las columnas aparecen agrupados de 4 en 4, de forma que en cada grupo aparecen los 4 colores, también en el mismo orden. De esta manera podemos comprender que la presentación de las 20 ondas en los 5 castillos expresa un programa.
Invitamos a repetir meditativamente los nombres de las ondas que forman cada uno de los grupos de 4 colores, constituyendo cada uno de los castillos.
Esa repetición contiene un enunciado. Cada castillo es como decir un nombre, un mantra o una palabra de poder, siendo la estructura de todos ellos similar.
La onda roja más la onda blanca aparecen unidas calificando algo. Al enunciar el nombre de las ondas roja y blanca se expresa algún tipo de cualidad.
La onda azul expresa el momento presente en que la cualidad que estás enunciando a través de las ondas roja y blanca entra a formar parte vivencialmente de tu realidad presente, o sea en tiempo real.
Y la onda amarilla es el resultado de esa entrada en el tiempo real de las cualidades enunciadas con el rojo y el blanco.
De este modo en el PRIMER CASTILLO podemos considerar que al decir “dragón-mago” estamos hablando de que la solidaridad y la energía femenina expresadas por el dragón son mágicas, es decir contienen el acceso a una segunda realidad.
Decimos dragón-mago y a lo mejor simplemente estamos produciendo un sonido, pensando o recordando los componentes de la onda, pero también estamos introduciendo una cualidad dimensional de la realidad, y es que la solidaridad es mágica.
Estamos diciendo que la solidaridad es mágica porque sana, es decir la experiencia mágica de la solidaridad se adentra en el tiempo de la sanación y lo que sana es tu luz, la luz.
La solidaridad mágica sana la luz, o sea restaura la luz. Y eso es lo que decimos al pronunciar “dragón-mago-mano-sol”.
En el SEGUNDO CASTILLO cuando pronunciamos “caminante–enlazador-tormenta-humano” estamos diciendo que la vivencia del caminante contiene una virtualidad enlazadora, que conecta con la resurrección.
El “caminante-enlazador”, como vivencia, resucita, que es uno de los contenidos de la tormenta, y lo que resucita es al humano. Cuando eres un caminante–enlazador, que es el resultado de una decisión, el tiempo en que te sitúas y experimentas es el de la resurrección del arquetipo del humano. Eso es lo que significa caminante-enlazador-tormenta-humano.
El TERCER CASTILLO, que es en sí el castillo azul y por ello la vivencia experiencial, expone la kundalini amorosa o kundalini del espejo (serpiente-espejo), que te introduce como vivencia experiencial en el nacimiento, es decir en el inicio del programa de lo óptimo a nivel de la vivencia experiencial.
La serpiente-espejo, como kundalini que vive en la ley del amor, da inicio en tiempo real, es decir en el tiempo de la vivencia experiencial, a los contenidos potenciales que existen en el programa (semilla) y en lo que tú realmente eres. Cuando tu kundalini es amorosa, permites al programa aparecer en el presente.
En el CUARTO CASTILLO encontramos que el voluntario incondicional, que es lo que expresan las ondas de la tierra y el perro, te introducen en la vivencia experiencial de cómo el ensueño (la noche) expande tu conciencia, haciendo aparecer al guerrero.
En esa expansión de la conciencia, el ensueño de la noche que vivencia el voluntario incondicional, le sitúa ante las puertas del quinto castillo y lo óptimo.
El QUINTO CASTILLO contiene a la luna como expresión de la emoción y al viento como expresión del espíritu. La emoción espiritual te sitúa como vivencia experiencial en la contemplación –águila- de la estrella, de la sociedad celeste, es decir, la emoción espiritual te abre los ojos, con los cuales puedes ver a tus pares celestes, situándote en la realidad de la estrella, no como un deseo sino como realidad plena.
