CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Esta es la historia de María Magdalena. María Magdalena era un viejito, un anciano que no podía tener hijos y que ya desesperado le pedía a Dios que le diera hijos. Y Dios le dio un hijo. Por eso es la historia de María Magdalena, porque es la historia del logro donde no había logro; la historia de la consecución de la fertilidad donde no había vida; la resurrección.

El viejito, que decimos que es María Magdalena, significa que se acaba la vida, que ya no hay tiempo para ti, ya no hay vida para ti. Es una metáfora.

Y María Magdalena se dice que ve la resurrección de la vida, que ve a Jesucristo resucitado. También es una metáfora. El viejito ya no está viendo la muerte. El viejito que no tenía hijos, que no tenía más vida, que no tenía vida renovada, ve cómo la vida se renueva.

María Magdalena, que estaba acosada por siete demonios, ve cómo los demonios desaparecen. Los demonios son la muerte y aparece la vida.

Este viejito, que no puede tener hijos, intenta por muchos medios tener hijos y lo consigue, pero no son los hijos donde la vida está en el centro, sino que esos hijos son los que acompañan, porque el ser humano nunca está solo; está siempre acompañado.

Cuando tú estás deprimido y quieres ser feliz, haces cosas como buscando la vida. Te drogas, robas, te hinchas a comida basura y dulces, mientes, engañas, etc. Todo eso son tus hijos, pero no tienen vida. No tienen vida, pero sí te acompañan. Forma parte de tu historia.

Todos son metáforas. Hay cosas que tienen vida y cosas que son sucedáneos, son falsa vida, pero cuando tú las eliges de alguna manera te acompañan y están en tu historia.

Los espermatozoides acompañan al espermatozoide que va a fecundar. Todos son espermatozoides. Aparentemente, todos los espermatozoides son iguales, pero en realidad solo hay uno que lleva la vida. Los demás le acompañan. De la misma manera, hay acciones, decisiones o pensamientos que tiene una persona, por los cuales va la vida, porque son centrales, y otras acciones, decisiones o pensamientos que simplemente acompañan.

Puede parecer que los espermatozoides compiten entre sí, porque para algunas personas la vida es competir. Sin embargo, los espermatozoides no compiten, sino que colaboran. Unos acompañan y otro es el que lleva la vida hasta el óvulo, que le ha llamado cuando ya está preparada la estancia del invitado. Entonces, se adentra el invitado en la estancia.

Entonces, el viejito -la persona- recibe este hijo –la vida-, y con él no solamente viene el hijo sino la promesa que crea la realidad. Con él aparece todo el futuro, que es el presente expandido en plenitud. Y entonces lo que recibe ese viejito que no podía tener hijos es que al final todos los hijos van a ser suyos, porque ese es el significado de que la vida está presente, porque la vida se expande a la velocidad de la luz. La vida se reproduce exponencialmente, como las células madre.

Entonces, ese viejito puede contar su historia, y esa historia es la de María Magdalena.

María Magdalena es aquella que estaba en el Mar Muerto, porque Magdala está en el Mar Muerto, y el Mar Muerto está por debajo de la horizontal de la tierra. Está en el inframundo.

María Magdalena está por debajo de la vida. Está en la muerte, en el inframundo como metáfora, como una persona fracasada y deprimida.

El agua no tiene forma y se adapta a todos los contenedores. Solamente hay un lugar donde el agua no se adapta, porque esa es su misión. Su misión es mostrar la horizontalidad, el horizonte. En el horizonte el agua no se adapta. Y ese horizonte es el que está marcando la vida. Por encima está el cielo y por debajo, cuando estás dentro del agua, estás muerto, está el inframundo.

Entonces, la historia de María Magdalena es cómo salir del inframundo, la historia de cómo tener tu hijo y ser padre de todos, cómo salir a la plenitud.

José Cabal. Vía Tzolkin.