CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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El horizonte del Tzolkin es la línea que separa el diez del once.
La línea en el horizonte donde se unen el cielo y la tierra, en el Tzolkin es la línea que encontramos entre el 10 y el 11.

El concepto del 10, que es independiente de cualquier sello y aparece en cualquier onda, está asociado al amor incondicional (perro, sello 10) y al in lak’ech (espejo, onda 10).
Simultáneamente al hecho de que el 10 en los sellos es el amor incondicional y el 10 en las ondas señala ese momento iluminativo donde vives el in lak’ech, “tú eres yo, y yo soy tú”, sucede el 11, que tiene muchas atribuciones, siendo fundamentalmente el lugar donde la persona recupera la conciencia de su luz y emite luz, estando eso asociado al amor incondicional y a la conciencia del in lak’ech.

Todos los 11 son lugares en la onda donde se emite luz, independientemente de cuál sea su sello, color, oculto y donde esté su 10. Todos los 11 emiten luz, pero no en un primer momento, sino cuando ha sido vivenciado el amor incondicional y la conciencia del in lak’ech, para lo cual hay múltiples intentos, momentos y aproximaciones.
El 11 es un lugar privilegiado independiente de su oculto e incluso de la onda, y como tal recibe un nombre propio: ANTÍPODA. El 11 de tu sello natal, aunque esté en otra onda, también es antípoda.

De esa manera el 10 es un horizonte, y por tanto nos encontramos con un horizonte en tu onda natal, que es el tono 10 de tu onda natal, pero también encontramos otro horizonte en la palabra que forman los cuatro tonos diez en tu castillo.