CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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El primer castillo, castillo rojo, que corresponde según los sólidos platónicos al cubo como expresión de lo material, tiene una información acerca de la naturaleza de esta realidad material que configura el escenario de esta dimensión.
El castillo rojo, como todos los castillos, contiene 4 ondas, siendo cada una la expresión de un propósito o sello que la origina.
Así, el primer castillo contiene 4 sellos que son el tono 1 o propósito de 4 ondas. Contiene al primer (dragón) y último sello (sol), pero también en su interior a los sellos 7 (mano) y 14 (mago), que en realidad son dos sietes, siendo el 7 canalizar. La mano es el primer 7 contando desde el uno, es decir en sentido fluyente en el recorrido que va del 1 al 20 como totalidad. Pero en sentido inverso el 14 es el 7 a partir del 20.

De modo que el interior de esta realidad material contiene un fluir desde el pasado a este presente con intención de abrir, en el momento o tiempo adecuado, una puerta canal, y también contiene un fluir desde el futuro a este presente, que abre una puerta canal, es decir algo que permite llenar de contenido la realidad como posibilidad. Sin embargo, puede aparecer simplemente como materia, es decir “aquí no pasa nada”, “sí, sí, y el 7, qué”. La realidad es “no pasa nada” pero su interior es resonante y mágico.

Contiene un fluir desde el 1 al 7 en sentido fluyente, y un fluir desde el 20 al 14, que es desde el 1 al 7 en sentido inverso o retrógrado.
La realidad está compuesta por algo que proviene de antes y algo que proviene de más allá, del futuro, puesto que todavía no es visible en esta realidad.
En el futuro hay una influencia sobre este presente y también en el pasado, de tal manera que todas las personas están en situación de intervenir en el transcurso y en la formación de la realidad material, cuando desde su ser conectan con el pasado o con el futuro.
Desde la realidad espiritual, la persona puede conectar con el pasado y establecer modificaciones o acomodos en la situación presente, tal vez en lo que vive y en cómo lo vive, y también puede conectar con el futuro, tal vez simplemente desde la intención, el ensueño o la visualización, modificando la vivencia del presente.

La naturaleza de esta realidad viene presentada como luz que adopta una forma con una intención, es decir para cumplir una misión, y también viene caracterizada como energía femenina. No se trata de una energía competidora, peleadora, que conquista y logra las cosas doblegándolas, sometiéndolas o compitiendo, sino que la naturaleza de esta realidad está determinada como energía femenina porque es amorosa, sabia y acogedora, que busca el entendimiento, comparte y es siempre solidaria, sin excluir a nadie; si hay un conflicto, busca resolverlo.

Esa es la naturaleza que se presenta en la expresión de esta dimensión en la que vivimos.
Las dos herramientas o actitudes que se ofrecen al ser humano son el mago y la mano.
El mago es similar a las células madre, es decir es totipotencial y tiene todas las posibilidades abiertas; se deja guiar y asume una tarea. Es una invitación a colaborar y a formar parte de esa misma luz que está cumpliendo una misión; es una invitación a ser dragón, a través de recibir esa información, permeabilizarse y asumir el encargo.

La otra herramienta está determinada por la mano, con una capacidad de hacer sanador y creador, y con una vinculación, como solución, con la búsqueda de las faltas al amor.
Esa solución implica un acceso a la totalidad y a la expansión.