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LAS FAMILIAS, LOS CASTILLOS Y LOS COLORES (Extracto del Libro de las Familias)
En el Tzolkin hay veinte sellos y veinte ondas.
Los veinte sellos aparecen en un orden determinado y preciso, y las veinte ondas también en un orden preciso pero diferente al de los sellos, estando cada uno de los 20 sellos como propósito o tono uno de una agrupación de trece.

La familia es una estructura que aparece con los sellos. Hay cinco familias de cuatro sellos cada una.

También hay una agrupación para las ondas, donde aparecen las veinte ondas formando cinco castillos, cada uno de 4 ondas.
Cinco familias de 4 sellos y cinco castillos de 4 ondas.

LA APORTACIÓN DE LOS COLORES
Luego está el color, que aparece cargado de sentido. De repente el color aporta mucha información en sí mismo. Parece una cosa menor frente el sello o la onda, incluso frente a la familia o el castillo, y sin embargo de repente podría ser muy importante. De momento pone orden y aclara.

La familia tiene cuatro sellos, cada uno de un color y con un significado arquetípico.
Cada persona nace solo en uno de los sellos y a través de la estructura de la familia vive otros tres más, pero no parece que sea necesario vivir todos los sellos. Sin embargo, el sello natal sí completa a través de la estructura de la familia todos los colores.
Por alguna razón la persona solo necesita vivir su sello natal y los sellos de su familia como experiencia que define su trabajo personal, y no los demás sellos, pero sí necesita vivir todos los colores.
Por otra parte, una persona necesita vivir todos los sellos como ondas, evolutivamente.
Eso sí necesitas vivirlo, precisamente porque es la forma en que vives los cuatro sellos de tu familia en todos los tonos.

Las 52 experiencias que componen tu trabajo personal y que de alguna manera te definen, son las 52 posibilidades necesarias para vivir los cuatro sellos de tu familia en todos sus tonos, y de esa manera vivir todas las ondas.
Al vivir esas 52 posibilidades vives las 20 ondas, es decir, los 20 sellos, pero no con el ritmo +1 que es como aparecen los sellos, sino con el ritmo +13 de las ondas, donde +13 quiere decir trascendentemente, al indicar el tono 13 la trascendencia.

El trabajo evolutivo dimensional se realiza viviendo trascendentemente y para eso es importante reconocer las señales de los colores.
Por ejemplo si naces como dragón 1, de la onda del dragón rojo, al año siguiente eres enlazador 2 de la onda de la serpiente roja, y al siguiente mono 3 de la onda de la luna roja, y así sucesivamente. En cada uno de estos años has vivido ondas diferentes, pero todas son del mismo color.
Las 52 experiencias que definen la tarea personal se agrupan en cuatro periodos de 13 años cada uno, desarrollando cada periodo un color, que hay que vivir plenamente.
De modo que los colores también se viven con un ritmo de 13, como las ondas, de forma trascendente.

De hecho, el auténtico equivalente experiencial de las familias no sería tanto los castillos, sino los 4 periodos de 13 de cada color que vive una persona.

Así, equiparar las 5 familias de cuatro sellos con los 5 castillos de cuatro ondas es algo intelectual, por llamarlo de alguna manera, y responde un poco al gusto por las clasificaciones y los cajoncitos.
Pero en realidad la familia habla de experiencias reales y es más o menos lo que vives en esos 52 años. Es algo que se te anuncia y con lo que puedes interactuar; a veces te puede explicar algo del pasado, para sanarlo, y a veces te prepara para que elijas, para que oses.

Resumiendo, hay 20 sellos con su orden y 20 ondas con su orden trascendente. Hay 5 familias de 4 sellos cada una y también 5 castillos de 4 ondas cada uno.
Pero la forma en que se vive los cuatro sellos de cada familia es a través de los 52 años, en 4 periodos de 13 años, que corresponden a cada uno de los 4 colores, viviendo los colores en su totalidad a la vez que todos los sellos, como onda, trascendentemente.
De esta forma el color aparece ligado a la totalidad y a la trascendencia.