CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Estamos trabajando con “cosas”, “asuntos”, “situaciones” y “realidades” invisibles aparentemente.

 Bueno, vamos a decirlo de otra manera, estamos trabajando con realidades invisibles aparentemente, solo que evidentes dependiendo del enfoque, de la forma de mirar y de la expectativa.

 

 Mirar sin expectativa posibilita encontrar lo evidente. Pero desde tu creencia, o sea desde tu expectativa, solo puedes ver “lo correcto desde tu creencia”, lo APARENTE; es decir, no ves.

 Hay muchos experimentos en muchas universidades y departamentos de psicología, que comprueban esto muchas veces, como por ejemplo el famoso caso del gorila que cruza una pista donde están jugando al basket y nadie lo ve, porque han condicionado su visión, diciéndoles que les van a preguntar tal o cual cosa.

 

 Pero hay algo real, muy real, accesible solo desde la RESONANCIA Y LA SINCRONÍA, escuchando las asociaciones de ideas, es decir algo que no se ve, pero que está, porque es.

 Hay algo real solo accesible a la imaginación libre, o sea canal, porque no eliges sino que encuentras, pero no en lo aparente. Aparece, pero no es aparente.

 

 Hay algo real que aparece desde lo no aparente a través de la COMPARACION, que requiere comparar, intuir, deducir y escuchar, porque en definitiva es resultado de un diálogo, solo que espiritual, tal vez sin palabras.

 El resultado es el acceso a otra realidad más allá de la forma y el despertar de la intuición clarividente, la telepatía, la precognición y otras cualidades existentes en el programa del ser humano.

 

 El Tzolkin nos sitúa ante esa posibilidad, entendiendo que posibilidad significa tiempo, de modo que Tzolkin contiene, asociado o en paralelo a la aparición de lo no aparente, la aparición del tiempo oportuno.

 Lo aparente está unido y es lo mismo que el inoportuno tiempo quemante del vivir muriendo. Y la realidad evidente no aparente está unida y es lo mismo que el tiempo oportuno, como acceso a lo atemporal, a una dimensión superior de la vida a la cual nos dirigimos como humanidad y como personas.

 

 Por eso el enfoque adecuado para el ser humano, como humanidad y como persona, es la apertura de sus escáneres espirituales y el acceso a la realidad más allá de lo aparente, lo cual supone un aumento de su vitalidad y de su gozo, y una liberación.

 Normalmente asociamos pasar a mejor vida como un tránsito a través del inframundo, o sea de la muerte, pero a partir del siglo XX se han abierto todas las puertas y portales para la transcendencia consciente.

 

 Es necesario un cambio en la expectativa en el esquema o mapa mental de las personas, de la misma manera que ESTÁ SUCEDIENDO un cambio en la inclinación del eje de la tierra. Esto está sucediendo paulatinamente ya con el transcurso de los grandes terremotos, tsunamis y explosiones de volcanes, que están produciendo de modo constatable y medible por máquinas en todos los países un cambio en la inclinación del eje de la tierra, modificando la actuación de los mares, los océanos y el clima.

 

 EL CORAZÓN DEL SER HUMANO anatómicamente tiene una inclinación paralela a la del eje de la tierra.

 El cambio del eje de la tierra, cuyo movimiento está asociado al año platónico (26.000 años, igual que el número de genes del ser humano), requiere hoy, que es el tiempo oportuno, una transformación anatómica en la inclinación del corazón, que está traduciendo un cambio espiritual, o sea una nueva y reforzada alineación con el corazón del universo.

 

 Es necesario adecuar la conciencia. La tierra va delante y la conciencia, viendo, va detrás, porque aprende.

 La tierra, que aparece en rojo en el Tzolkin del tiempo oportuno, mostrando así que también es luz cumpliendo una misión, como el dragón, muestra un cambio justamente en lo que la caracteriza como sello en este Tzolkin del tiempo oportuno: la alineación. La tierra se está alineando, y enseña y pide a los seres humanos alinearse con el amor.

 

 Por eso es absolutamente necesario abandonar toda idea de reivindicación y todo lo que imposibilita la paz. El siglo XX se caracteriza por ideas referentes a la lucha de clases, odio racial, guerra santa, sometimiento de la mujer y asesinato de los no nacidos, pero la sociedad de la estrella está basada en el amor, en la vida sin fin, en la paz y en el perdón.

 

 Puede haber muchos calendarios que cuenten el tiempo, pero necesitamos saber si se trata del tiempo que podemos llamar inoportuno, de “vivir muriendo”, porque en ese caso no nos interesa más que como datos enciclopédicos, culturales, folclóricos o en el peor de los casos, reivindicativos, ya que lo que nos interesa es encontrar y adentrarnos en el Tzolkin que te muestra un camino en el tiempo oportuno: el Tzolkin de la resonancia, del in lak’ech, del espejo y de la sociedad de la estrella; el Tzolkin del caminante del cielo, del mago y del dragón; un Tzolkin cuyo fundamento sea la solidaridad que te lleva a la sociedad de la estrella, porque reconoce una vinculación entre el desarrollo de la onda del dragón y la onda de la estrella; un Tzolkin que te lleva como mago, es decir como aprendiz, al vuelo de Quetzalcóatl, es decir al águila, porque ese aprendizaje abre el acceso al ver, oculto detrás de la forma; es decir, un Tzolkin que abra un camino de acceso a realidades superiores.