El mes de abril se inicia con la noche 7 (onda tierra) y la tormenta 2 (onda espejo), de modo que muestra un cuantum de tiempo donde estás siendo un canal a través del cual se expresa la madre tierra, que es luz amorosa que toma forma para cumplir su proyecto de crear al humano que vive la dimensión Dios, como expresa el Popol Vuh. Eres ese canal a través del cual se expresa la madre tierra y cumple su propósito cuando te relacionas con todas las personas con la energía de Huracán (viento-tormenta), porque asumes plenamente, con total certeza, y así lo quieres, que la energía divina, de hijo de Dios, de Dios encarnado, esté en ti.
El desenlace es que apareces como un humano perfecto, un humano 10, ya que estás ensoñando amorosamente, porque en tu interior estás en modo luna, en modo agua cósmica. Y cuando eres ese humano 10 también eres una estrella 5 (quiché), una estrella que trae energía de quinta dimensión como humano maíz, porque en tu interior, en tu corazón, en tu esencia, estás voluntariamente con tu conciencia despierta, recapitulando, rellenando barrancos y eliminando los obstáculos, las montañas, que habías levantado no como hijo de Dios sino como hijo de la soberbia, expresada por Cabracán y Zipacná, que levantaban montañas y rompían la tierra.
Este mes está extraordinariamente vinculado con el mes de marzo, que comenzaba en la tradición yucateca como humano 2 como expresión del nuevo nacimiento, y en el cual ha sucedido el equinoccio, que aparecía como mono 8, que también es un nuevo nacimiento.
En sí el equinoccio significa que se abren las puertas para entrar en una nueva realidad. Y también se abre un nuevo enlazamiento a través del eclipse de luna que ocurre el 25 de marzo, con una connotación Pascual, es decir de entrada en un tiempo nuevo de libertad. Curiosamente en este año aparecen dos momentos de Pascua, uno el 25 de marzo y otro el 23 de abril, estableciendo así un tiempo expandido de resurrección y libertad, asociado al equinoccio (puerta abierta), al mono 8 (inicio de lo sagrado en Quiché), asociado al perro 13-mono 1 (nuevo nacimiento, ahora según la visión quiché).
Podemos decir que todas las puertas están abiertas para la persona que está buscando la luz, que está con su conciencia despierta voluntariamente, y que todo eso va a permitir a la madre tierra, que es luz en la materia, cumplir su misión de luz y amor.
El 8 de abril hay un eclipse de sol total, visible prácticamente en toda América. Aparece como perro 1 y enlazador 9, esa expresión de amor incondicional, que cuando se sitúa en la secuencia de las ondas aparece como onda 14 como significado de Mago-Balán, buscando la luz. Buscando la luz encuentras el amor. El perro 1 ocupa la casilla 9 de la horizontal 10, y al situar el valor 10 en la vertical nos habla de la onda 10, apareciendo de nuevo el enlazador 9. De modo que dentro de este tiempo pascual y de apertura de lo sagrado vemos una sincronía extraordinaria no buscada, donde se unen las dos tradiciones.
Y sucede entre esas dos pascuas, la Pascua expresada en el Deuteronomio y la Pascua elegida por las autoridades en este momento.
El enlazador 9 es el que está mirando desde el corazón como un águila, trayendo energía de quinta dimensión, de la dimensión de la maravilla, porque ha unido su alma con la conciencia divina.
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