El mes de agosto comienza con el águila 10 en la tradición yucateca, asociándose con el perro 4 en la tradición quiché, y termina con la serpiente 1, inicio del castillo azul, en la tradición yucateca, y el sol 8 en la tradición quiché. Pone de manifiesto que todo el periodo es un periodo iluminativo, de activación de la energía luminosa de cada persona.
Se inicia con una invitación a mirar desde el corazón (águila 10) con amor incondicional (perro 4), algo que propicia la resurrección y abandonar la visión de la realidad desde el ego y el miedo.
Durante este periodo se va a desarrollar la onda de la tormenta, que va a dar a su vez origen a la onda del humano. La resurrección, resultado de modificar las creencias, te hace libre, te hace un humano de quinta dimensión.
Y es cuando te conectas con tu ser de quinta dimensión cuando entras en el presente (castillo azul), que es iniciar el vuelo y despertar a Quetzalcóatl (serpiente 1). También puede ser expresado como que la autenticidad, el ser tú, te devuelve tu realidad fotónica, tu ser de luz.
De alguna manera, despertar tu ser de luz, tu Quetzalcóatl, tu serpiente que vuela es entrar en lo atemporal, en el día sin tiempo, en la energía verde.
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