(31 octubre 2013)
Reiniciar suele ser la solución. En el mundo de la informática, es decir en el de los teléfonos móviles, los portátiles, los ordenadores y tantos otros dispositivos, reiniciar suele ser la solución. Sí, en el mundo de la informática, y no olvidemos que cuánticamente la realidad se presenta como información, reiniciar suele ser la solución. Es decir, no se trata de dejarlo dormido, en stand by, suspendido, silenciado o inactivo, sino de reiniciar, y en eso los seres humanos deberíamos sentirnos felices.
Los seres humanos estamos sostenidos por un sistema que constantemente se reinicia, por ejemplo el Tzolkin, que acaba y no es que se duerma, sino que re-inicia. El año acaba y no queda suspendido sino que se re-inicia. El día, o sea todos los días, se reinicia.
No es que a mí o a cualquier persona le guste reiniciar, sino que es lo que da soporte y realidad; la actividad constantemente se reinicia.
Cuando muchos de estos dispositivos se reinician, se deshacen de actividades inconclusas, de cosas que hemos dejado a medias y que a veces son un lastre e incluso inducen al error.
Por eso existe algo que descarga, sacando fuera del sistema todos esos datos y procesos como si nunca hubieran existido, y entonces el programa inicial se presenta con autenticidad, con fuerza y con realidad, dispuesto a florecer.
Aquí estamos relacionando el programa inicial con la Semilla, cuando simplemente eres, floreces y llevas todo a la máxima realización.
Estos contenidos que se presentan asociados a sellos, hay que entenderlos como expresión del arquetipo humano, o sea dirigidos al hombre del In lak’ech y de la malla.
Ser solamente tu sello es poner fronteras; es como ser solamente de tu pueblo y hacer un ranking donde tu pueblo es el mejor, que sin duda lo es.
Sí, es momento de reiniciar.
Es mejor referenciarse desde la realidad Dios.
In lak’ech.