Estamos acercándonos al final del año maya que comenzó el 26 de julio de 2013.
El año maya civil consta de 18 vinales, que son periodos de 20 días. Cada periodo de 20 días tiene una resonancia similar a la que expresan los sellos, solo que le faltarían 2. Pero en realidad no le faltan, sino que la expresión de los contenidos presentes en el tiempo natural que expresan los vinales está condensada, o sea multiplicada.
Los 18 vinales continúan con 5 días fuera del tiempo que ocupan el lugar de dos vinales, presentando también dos formas del tiempo diferentes, donde cada una vendría a expresar el contenido de uno de los dos vinales que faltan.
Los vinales que faltan son el 19, que corresponde a la tormenta, o sea a la resurrección, y que no hay que olvidar que es también una expresión de Huracán, el corazón del cielo, en unión con su oculto Viento.
El otro vinal que falta es el 20, que representa iluminación, o sea el surgimiento del sol personal.
El vinal 19 de la resurrección y del corazón del cielo está representado por los 4 primeros días fuera del tiempo y es una expresión del tiempo que contiene los 4 colores; cada uno de estos 4 días fuera del tiempo son de uno de los 4 colores y por tanto representan la totalidad, accesible a través de la vibración en los colores pero en un ritmo 4.
Su traducción en los días epagómenos estaría hablando de Osiris, Horus, Seth y como cuarto día y final de ese enlazamiento de cuatro, Isis, siendo el viaje de Isis el de la inmortalidad.
Esos 4 días, que justamente son completados con la presencia de Isis, están hablando de la resurrección, y esto expresa el sello de la tormenta, pero también evolutivamente expresa una forma de VER, ya que la onda 19 es águila, y el ver es el ver de la resurrección.
No se trata de que aparezca algo nuevo, porque aunque la resurrección contiene algo nuevo, no se refiere a las cosas sino a la forma de ver. La resurrección es una nueva forma de una antigua forma, y el código Tzolkin nos presenta la resurrección como una forma de la conciencia, donde lo antiguo lo ves nuevo.
O sea, te das cuenta de que no era lo que veías, sino que lo que tu veías era maravilloso.
Quizá cosas que pensabas que eran negativas para ti o reprobables, o personas que veías bajo un ángulo negativo, ahora lo ves diferente.
Resucitar es revivir, volver a dar una vida nueva; una vida nueva para algo antiguo.
Eso sucede muchas veces simplemente cuando limpias tus gafas. Estaba todo borroso y ahora lo ves claro.
El vinal 20 solo contiene un sello, porque el contenido se ha condensado al máximo y aparece bajo una forma de unidad. El vinal 20 representa al sol como sello y a la sociedad de la estrella como onda. Se trata de entrar en esa vibración, o sea de aprovechar la oportunidad. Si vibras y despiertas una determinada vibración, ya se mantiene.
