Enlazamiento de tradiciones hermanas del 6 de septiembre. Dragón y Águila
El kin del día es el dragón 1. Eso quiere decir que comenzamos un Tzolkin conscientemente, permitiéndonos experimentar con conciencia lo que propone el Tzolkin.
En este periodo de tiempo hasta el próximo bisiesto, el dragón 1 siempre va a aparecer con el águila 7. Esa es la forma en que nos invita a entrar en el Tzolkin, consciente, como un águila, canalizando esa emoción amorosa que se expresa con la luna (onda luna), que nos introduce en el quinto castillo.
Hoy, entrar en el Tzolkin, dragón 1, aparece como una forma de mirar la realidad y encontrar la maravilla, y así va a ser durante estos 4 años hasta el próximo bisiesto.
El águila, que es el símbolo que nos propone cómo entrar en el Tzolkin, es el resultado de la impecabilidad de la acción y del reconocimiento de los momentos en que has actuado en contra del amor (origen, sello mano). La mano libera al águila y le permite ver la maravilla.
El águila se dirige al ensueño (destino, noche), es decir está despertando a través de la visión el poder crear la abundancia.
De este modo, a la solidaridad que expresa el dragón 1 como propósito también le corresponde por analogía la impecabilidad de la acción. La forma de entrar en el Tzolkin que empezamos hoy requiere la impecabilidad de la acción, y también se encamina a despertar el ensueño.
Todo este periodo que comenzamos hoy, de 260 días, nos pide mano y noche.
Para eso tenemos dos auxiliares, uno es la emoción que expresa la luna y otro es la solidaridad del dragón. La emoción y la solidaridad son los garantes de la impecabilidad de la acción, y también de cocrear la abundancia a través del ensueño.
El águila 7 es traducido en el Tzolkin evolutivo como un caminante del cielo 11. Ese águila resonante, que canaliza la emoción, es decir, el amor con su mirar, está invitado a explorar lo óptimo, a mirar la realidad buscando lo óptimo, que es lo que expresa el quinto castillo.
Efectivamente el águila 7 es la primera canalización desde el quinto castillo. Mirar con los ojos del amor te permite emitir luz, como ese caminante del cielo 11 que explora, y también traduce la actitud del voluntario (otro evolutivo, tierra 7), que canaliza la inocencia desde la onda del mono.
Al activar las neuronas espejo, la empatía con las demás personas, lo hace desde la inocencia. No sospecha, simplemente contempla.
