En el oráculo del encantamiento del sueño aparece la onda del águila, desde el águila 1 que vemos como oculto, mostrando así que realmente en el oculto siempre estábamos desarrollando la onda del águila, y enlazando de esa manera con la otra cruz, la cruz de los abuelos, donde de forma oficial estamos transitando la onda del águila, como vemos al considerar la tormenta 5.
Hay un enlazamiento profundo e interno, que cualquier persona interesada en el Tzolkin merece la pena que encuentre y enlace, como muestra la energía del día, enlazador 13.
Enlazar de forma transcendente es ÁGUILA y este es el tiempo del pueblo del águila, de dejar libre al águila, encontrando su nutrición.
El águila que vemos en el interior del enlazador se nutre de la energía del GUERRERO transcendente, de la energía del CAMINANTE DEL CIELO transcendente y de su guía el PERRO 13, el amor incondicional transcendente. Todo eso es nutrición para el águila.
De la misma manera vemos que ese águila que aparece en su tono 5 calificado como tormenta 5 posee una fuerza resucitadora, recreadora, que precisa del juego y la inocencia (MONO), así como de la sana acción de la MANO. Recuperar la inocencia le da fuerza al águila, ilumina su kundalini y nutre al caminante del cielo.
Es importante resaltar que el CAMINANTE DEL CIELO, desde su posición de análogo, donde el eje temporal retrocede hacia atrás en el tiempo, nos conecta con los ancestros.
Los ancestros quieren al águila; le necesitan.
También los ancestros se expanden y gozan desde tu águila.
Las células madre se sienten fuertes desde la acción sana y benéfica que expresa la mano y el propio concepto del enlazador.
Las neuronas espejo se activan desde la bendición, la palabra que resucita.
