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4 de junio
Enlazamiento de tradiciones hermanas del 4 de junio. Mano y Dragón.

El tono 11 espectral se asocia con la liberación, con dejar ir lo que no es esencial.
Realmente de lo que está hablando es de liberar luz.
La espectralidad hace referencia a la luz que emites, pero emitir luz es liberarla, porque la luz está dentro y hay un momento o una actitud en que la dejas salir.

Eso sucede, sin duda, cuando “dejas ir lo que no es esencial”, sin quedarte adherido a ello.
En ese sentido sería algo cercano a desapegarte.
“Desapegarte” lo asociamos con el 6 (sello enlazador), y liberar con el 11 (sello mono).
La relación así aparece confirmada, al ser de la misma familia (familia cardinal: dragón, enlazador, mono y guerrero), que es la de la luz cumpliendo una misión.
De esta manera vemos que desapegarte y liberarte te ayudan a cumplir tu misión, como la luz.

Hoy es un día propicio para esa experiencia, que comienza situándote en la alineación con el corazón del cielo, como un voluntario (onda tierra).
El asunto es fácil. Se trata de situarte en el propósito, pensando, expresando y reforzando la idea de que ese es tu propósito: “Este es mi propósito. Desde mi libertad quiero alinearme con el corazón del cielo. Permito que suceda lo que tenga que suceder para alinearme con el corazón del cielo”.
Bueno, hay fórmulas mucho más bonitas que a usted se le podrán ocurrir fácilmente. La cuestión es encontrar que ése es el propósito y lo que quieres, expresándolo con claridad para que no quede duda.

Al situarte como voluntario vemos que esa espectralidad se produce desde la impecabilidad de la acción, desde la acción sana o la sana-acción (mano 11). Algo te va a solicitar que seas impecable, y tú puedes responder con la impecabilidad, aunque al hacerlo te cueste o pueda parecer inicialmente que te perjudica. Pero si te mantienes en la impecabilidad, te liberas y liberas luz.
Hay una auténtica liberación y una auténtica sanación al preferir actuar desde la impecabilidad a ganar.

Desde la propuesta de los abuelos encontramos al dragón 4, que es el actuar como la luz cumpliendo una misión, desde el in lak’ech (espejo), sin preferir tu beneficio sino siendo impecable.
El dragón 4 es la entrada a la columna resonante y contiene así en su interior el nuevo nacimiento.
Se trata de una experiencia que provoca en ti una catarsis.
Gracias, bendición.