Enlazamiento de tradiciones hermanas del 6 de junio. Luna y Noche.
Siempre vemos la luna en la noche en este periodo actual que marcan los bisiestos. Siempre que el kin del día es luna, en la propuesta de los abuelos es noche; la luna siempre aparece en la noche.
Eso parece bastante coherente. Es como una coherencia en la sincronía.
Los dos valores, el de la coherencia y el de la sincronía, son importantes, y al aparecer juntos durante este tiempo subrayan el tiempo en que vivimos.
Hoy la luna que aparece es la luna transcendente, la emoción transcendente, y como estamos acabando la onda de la tierra, que también llamamos del voluntario, podemos decir que la emoción transcendente es la del voluntario que se ha mantenido coherente consigo mismo. Gracias voluntarios por iluminar la noche.
Por eso no es de extrañar que esa transcendencia de la luna esté guiada justamente por el caminante del cielo transcendente, que en realidad es el dragón, que cuando es transcendente aparece como un caminante del cielo.
La luna transcendente aparece con la tormenta en la mano, con esa capacidad de producir y liberar la resurrección.
Y en la otra mano está el amor incondicional (perro). La emoción, ayudada por la incondicionalidad, está traduciendo al espejo y te sitúa justamente en ese lugar privilegiado que es el nuevo nacimiento.
¿Y que lleva en su interior esa emoción transcendente? Al ser humano libre, pleno y lleno de pensamientos elevados, es decir, de todo aquello que excluye la envidia, el odio, el miedo.
No puede ser mejor el augurio.
Mirando la propuesta de los abuelos vemos a la noche con la fuerza 6, que consideramos una puerta justamente al nuevo nacimiento, a la resonancia y al inicio de la coherencia.
La noche 6 de la onda del espejo es esa puerta que puedes abrir ensoñando la abundancia para todos, para los amigos y para los que no lo son tanto y hasta menos aún. Ensoñar la abundancia es una puerta.
Pero el origen de la noche, o sea el inicio y donde comienza, es en el águila, en el ver algo más que la apariencia. Detrás de cada persona está la voluntad del cielo, que le ha llamado a la vida. Por eso cuando aparece la noche siempre nos va a decir que algo comienza cambiando tu perspectiva.
La noche te lleva al mono (destino), al nuevo nacimiento. Aquí rescatamos el sentido asociado al mono, que es el 11 como sello, y entonces sabemos que ese nuevo nacimiento es un nuevo nacimiento a emitir luz.
Una de las tradiciones pone al mono como primer sello, o sea con el 1, pero la otra, la que viene después, añade otro 1 a ese 1 y construye el 11, diciendo que el 11 es el inicio, el nuevo nacimiento.
Eso también es el hablar de Zuvuya. Eso también es declarar tu linaje.
Sí, ahora viene el preguntador. El preguntador siempre te va a preguntar “qué es lo que crees”.
El preguntador va a preguntar siempre “qué es lo que creas”, porque lo que crees es lo que creas.
El preguntador va a preguntar siempre “qué es lo que crees” y “qué es lo que ves”, porque lo que crees es lo que ves, y al mismo tiempo es lo que creas.
Por eso el preguntador pregunta. El preguntador pregunta para saber tu linaje y si puedes hablar el lenguaje.
Gracias. Bendición.
