CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Algo más de la relación entre el caminante del cielo y la mano.

La segunda propuesta para este tiempo desde el enlazamiento de tradiciones, como podemos ver el día 2 de marzo de 2016 y cada veinte días después al repetir la misma configuración, nos habla del caminante del cielo y la mano.
El caminante del cielo en su forma óptima dice que estás en el cielo, pero en el aquí y el ahora, en esta dimensión. El significado es explorar, adentrándote en lo nuevo. No es hacerte astronauta para ir a explorar el espacio, porque a lo mejor ni siquiera te admiten, ni tampoco mirar qué hace tu vecina, sino que en esta dimensión significa cómo entras en lo nuevo.

Esta unión entre el caminante del cielo rojo y la mano azul, donde el azul es el tiempo y lo presente, está significando cómo admites lo que aparece en el tiempo como nuevo o desconocido para ti, que no pertenece a lo que conoces o has programado que tiene que suceder; es lo que sucede en el tiempo cuando rompe tu programa, cuando lo que sucede no es lo que tú quieres.
Explorar significa con qué actitud entras en el tiempo que no es tu tiempo; con qué actitud entras en el tiempo que no está en tu agenda y que por tanto es el tiempo del dueño del tiempo, o sea, el tiempo de la vida.
El caminante del cielo como propósito es adentrarte en lo que sucede con plena conciencia, explorándolo y considerándolo, y no dándole patadas; es entrar en el tiempo de forma despierta.

Eso aparece asociado, como propuesta para este tiempo, con la mano, que significa en su forma más simple la acción, lo que haces. Lo que haces está en el presente y por eso también es el fuego, porque lo que haces no es una foto, sino algo que está sucediendo en el momento. Hay una analogía entre hacer cosas y el fuego. Si haces una foto al fuego, ya no es fuego. O, si te haces a ti una foto o un vídeo cuando estás haciendo algo, ya no lo estás haciendo. Solamente son figuritas o dibujitos que se pueden repetir mil veces, porque lo que haces solamente existe en ese momento. Cualquier repetición es un intento de hacer lo mismo, pero el instante es imposible capturarlo y meterlo en una jaula como si fuera un canario.

La mano tiene dos indicaciones o auxiliares. Uno es la acción, lo que haces, algo que se inicia en la solidaridad (dragón) y te lleva a una realidad donde eres un caminante del cielo. Es decir, el caminante del cielo es la forma transcendente de la acción solidaria, de los hechos en que se ha concretizado la solidaridad.
Por otro lado, la impecabilidad de la acción que nace desde la solidaridad (dragón) es un viaje de la conciencia a sanar la visión. Comienza con la resurrección (tormenta, origen), y se dirige al águila como destino, que también está en el azul.
Significa que ha sucedido algo en un pasado cercano que ha despertado tu conciencia, que recapitulando puedes conectar con ello y que ha liberado una fuerza resucitadora. Pero para ello tienes que situarte en que lo que estás haciendo responde a la impecabilidad de la acción. Algo ha sucedido que te ha centrado en tratar de que tu acción sea impecable. Te sientes mal en el presente si no lo haces así.
Cuando te das cuenta de que te ha sucedido algo que ha comenzado en el pasado, que algo se ha liberado en ti, entonces te das cuenta que estás tratando de ser impecable porque te sientes mal si no lo haces así y que esto tiene un origen en una fuerza que se ha despertado en un determinado momento, y lo asumes.

La información que te da el oráculo de los abuelos acerca de la mano es que por ahí, siguiendo ese impulso, estás liberando al águila y sanando tu visión, porque al tratar de ser impecable en la acción inevitablemente tienes que ser solidario.
Esa fuerza que desde la solidaridad activa te lleva a ser un caminante del cielo, te introduce en el presente en la sanación de la visión.
Cada vez te das cuenta, y es importante recalcarlo, de que incluso en los contratiempos, en lo que rompe tu programa, es decir cuando sucede todo aquello que no quieres que suceda, lo que está sucediendo pertenece a la maravilla.

Entonces, la exploración de lo que sucede, que no es lo que quieres que suceda, con el control de ser impecable en la acción, te está centrando y poniendo a prueba de cuál es tu ensueño, porque el caminante del cielo necesita responder a cualquier acontecimiento desde el ensueño, permitiendo imágenes de abundancia para todos.

Esta noche es luna llena. La luna ilumina el camino de la libertad en medio de la oscuridad.
El caminante del cielo encuentra un suelo firme incluso en lo que parecía la muerte, pero solo es la muerte, o sea la extinción, de lo que le mantenía esclavo. Él camina, pero los hechizos se hunden. Feliz luna llena.