CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Hay un misterio con Roma, y es que en un espejo veríamos Amor.
Sin embargo, no podemos pensar que la gente que eligió este nombre, lo hizo por esta razón. Es decir, no podemos pensar que empezaron a llamar Roma a la ciudad de las 7 colinas porque en un espejo, por ejemplo en el espejo del retrovisor del coche, veríamos amor.
No creemos que sea intencionado desde la mente de un ser humano, pero sí creemos que es intencionado desde la mente superior.

En Roma también hay otro misterio o hecho singular y es que a la vez es UNO y DOS, o sea amor a uno mismo y amor al dos, al otro, al prójimo.
Podemos preguntarnos si tiene dueño, si está patentado o quizá si hay franquicia. Es decir, podemos preguntar cosas normales en la dimensión de la materia que desconoce el espíritu y que también desconoce la conciencia, o quizá las relega a lo interior pero que no se note mucho.

Creemos que no tiene dueño, no está patentado y no se puede franquiciar.
Creemos que el ser superior, el gran espíritu, lo óptimo o dimensiones superiores utiliza este metalenguaje para conectar con aquel ser humano que valore el amor, o sea que valore la vida, o “amarás al prójimo como a ti mismo”.
Odiar es fácil pero no lo recomendamos. No es bueno para el hígado, el corazón, la sangre, el cerebro ni para los huesos.
Creemos que ni siquiera es divertido. Hay un tiempo para hacer trastadas y esa es la trastada más aburrida.
Pero encontrar el amor y la nutrición del amor, sí es importante.

El arquetipo de Roma es el de la victoria, la guerra, o sea de ser fuerte y dominar, que en definitiva es el lenguaje del depredador y el intento del ego. Y al mismo tiempo, en espejo aparece amor. Eso significa que te has parado, porque tu conciencia te consuela y te invita a mirar más allá.
Roma es una ciudad, capital de un estado, y de aquel imperio sólo tiene ya el nombre, pero es suficiente para el metalenguaje y para este juego de palabras, y también para contener otro misterio. Dentro de Roma hay también otra dimensión de la vida, que se traduce “legalmente” en otro estado, que es el estado Vaticano. El estado Vaticano es amado por unos y odiado por otros.

Los que le odian no utilizan argumentos del presente, o sea de lo que está siendo, sino argumentos del pasado, de lo que ellos no han visto ni comprobado.
Sin embargo, las acciones que se atribuyen al dragón, de nutrir, enseñar, iniciar, proteger, etc., puede ser que formen parte de la propuesta y realización de este lugar, que significa de la profecía, porque vates son profetas y Vaticano es el lugar de la profecía o del vaticinio. Como sincronía ya nos está diciendo que se trata de una conexión con lo atemporal, porque el auténtico vaticinador se mueve en el tiempo.

De modo que en Roma encontramos algo terrenal y algo atemporal.
Desde los 4 acuerdos toltecas, la propuesta es comprobar. Otro acuerdo tolteca se refiere a la impecabilidad de palabra, sencillamente porque es muy fácil pero muy inútil ofender con la palabra. Otro de los acuerdos es hacer todo lo que puedas, que muy bien puede ser hacer todo lo que puedas para nutrir, enseñar, dar de comer. Así tendrás menos tiempo para juzgar y más para jugar, porque tu corazón estará más alegre.
Aquel que dice el templo de Salomón es mío, porque mi abuelo te lo robó. Y todo lo que robó mi abuelo es mío también. Eso decimos que está en Roma. Vaticano es otra cosa.

El templo de Salomón creo que se llama de Salomón por algo. Desde nuestra ignorancia creemos que Salomón es una expansión de David, quien empieza a construir el templo allí donde pide perdón. Ese perdón pertenece al arquetipo, o sea a lo óptimo y está salvando a la humanidad.

El enemigo no está fuera, sino que está dentro. Se trata de construir el templo, pero en tu espacio vital, en tu interior.
Los que parecen enemigos solo te empujan hacia lo sagrado.
Gracias y perdón.