Nos gusta el año común porque manifiesta la era común, donde los valores de la sociedad no son excluyentes sino comunes, es decir, compartidos.
La era común, donde los valores son los míos y mis valores los tuyos.
Nos interesa, porque aparecen los valores comunes que unen a la humanidad, como el in lak’ech, como valores del arquetipo.
Por eso valoramos el tiempo común, medido según los años de la era común, con un principio y un desarrollo en el tiempo que actualmente se contabiliza como siglo XXI.
El tiempo común, donde acabamos de iniciar el siglo XXI, expresa una sincronía con el depósito de valores esperando a ser actualizados que representa el Tzolkin.
Si traducimos siglo XX al código Tzolkin encontramos que ciertamente el 20 es importante y corresponde a los 20 sellos y a las 20 ondas como final de un proceso. El 20 como sello 20 es el desarrollo de todos los sellos, mostrando una totalidad de contenidos, y si hablamos de ondas, el final de las 20 ondas es el final del Tzolkin, mostrando también su totalidad.
Como sellos estamos hablando de la primera columna, que es un programa, y como ondas, de los 260 kines del Tzolkin.
A continuación está el 21, pero ¿qué es el 21 en código Tzolkin?
Si estamos hablando de los 20 sellos, es el paso del sol, sello 20, al dragón, sello 1, es decir, el inicio de un nuevo ciclo que es una nueva columna, manifestando que entre el 20 y el 21, que es el 1, hay un continuo, estando uno en una dimensión y otro en otra dimensión.
Es decir, está marcando la entrada en otra dimensión.
Si nos vamos al Tzolkin de 260 vemos que acaba con el sello 20, el sol, con el tono 13 como final de la onda 20, la estrella.
El sol 13, que es el final, se ve continuado siempre en código Tzolkin por el dragón 1, porque en realidad es la misma realidad, manifestando uno el oculto y el otro el exterior, pero siendo el mismo.
Quiere decir que estamos ante un mismo tiempo donde se está produciendo una emergencia, una salida hacia el exterior o un salto dimensional.
Trasladado esto a los contenidos de lo que llamamos era común, su inicio sucede con un surgimiento o acontecimiento que marca el tiempo y hace cambiar todos los calendarios. Los calendarios pueden seguir sumando días y años, pero de repente algo hace que eso que se marca como inicio tome cada vez mayor transcendencia.
Eso es el Tzolkin. Dragón 1 viene de sol 13 en la dimensión anterior, que es una forma transcendente del sol. Se dirige al sol 13 trascendente en esta misma dimensión, pero en un principio no aparece con esa transcendencia, sino como propósito, regalo, servicio, etc., y es posteriormente cuando aparece como algo transcendente, y cuando llega a ser 20 veces transcendente, hay un salto.
Aquello que da origen al tiempo común puede pasar inadvertido y los calendarios siguen, pero poco a poco va tomando transcendencia.
En el siglo XX, al final de sus 20 evoluciones, se despiertan los contenidos del Tzolkin. Los contenidos del Tzolkin no han sido universales hasta el siglo XX. Había una sabiduría durmiente, activa en las comunidades de cuidadores, pero ha llegado un agente secreto, es decir una persona cumpliendo una misión y representando la solidaridad de la luz, y ha abierto ese contenido.
Ese contenido es coincidente con el desarrollo de la era común, porque el in lak’ech es expresión de lo común y compartido, y el 20 y el 21, que es el 1 o “nuevo” 1, representa lo mismo.
El sol y el dragón son sellos ocultos, expresando una misma realidad y despertar.
Abrir los ojos a esa realidad es el proceso en curso.
