Enlazamiento de tradiciones hermanas. 7 de enero (continuación)
TRADICIÓN DE LOS ABUELOS:
Desde la tradición de los abuelos tenemos 4 entradas o direcciones que llevan a ese centro que es el humano, agrupadas de dos en dos.
Hay una línea con inicio en la SEMILLA y final o destino en el SOL. Esa capacidad de liberar luz e incluso de ser libre está garantizada porque pertenece al programa. Hay un programa diseñado en dimensiones superiores donde tú eres luz y emites luz.
En el otro extremo de esa línea el sol expresa que tu naturaleza es de luz.
Hay un programa para que seas libre pero también la segunda parte dice que tu interior es luz y que parte de tu evolución presenta al sol como destino, porque cuando realizas ese trayecto redescubres la luz en plenitud.
En este momento, desde la ubicación de fuerza 11, estás empezando a liberar luz, lo cual te produce cierto gozo.
Está ese programa para que emitas luz pero también otra consideración te dice que tú eres luz. Existe ese programa porque tú eres luz en el interior.
Los otros dos extremos nos sitúan ante el ENLAZADOR y el ESPEJO. La luz necesita dos actitudes, una enlazar y otra reflejar.
Gracias a la energía eléctrica sabemos que cuando enchufas o enlazas por ejemplo una lámpara a la red, produce luz. La lámpara tiene el programa de producir luz. Cuando está errada o desenchufada no lo produce pero tiene ese programa, y cuando lo enchufas a la luz a través del enlazamiento permites la llegada de esa fuerza que no es suya.
Por eso es necesario una consideración de desapego: la luz no es tuya pero te puedes enlazar y encontrar que esa luz llega hasta a ti cuando eres resonante (el humano aparece con el tono 7 desde el enlazamiento). Cuando eres resonante eres libre y cuando eres libre eres resonante.
La otra entrada es a través del reflejo. También recibes luz mirando al espejo.
La luz te llega desde el espejo y desde el enlazamiento, pero también desde el programa y desde tu esencia interior, que es de luz.
Esa es la explicación o propuesta desde la tradición de los abuelos –gracias abuelos-.
TRADICIÓN DEL ORÁCULO O ENCANTAMIENTO DEL SUEÑO:
Esto se enlaza con la propuesta del oráculo o encantamiento del sueño, donde vemos que la TORMENTA, la capacidad de resucitar, reconstruirte o reinventarte tiene también 4 accesos.
Uno está expresado por la LUNA, que es la emoción. Desde la emoción recibes energía que te permite reinventarte. La luna es la onda que te introduce en el castillo verde, es decir, la emoción te lleva al cielo.
Hay una fuerza de la emoción que es evolutiva y te introduce en dimensiones superiores. Esa fuerza que desde dimensiones superiores viene a ti, te reinventa, te devuelve la vida y produce milagros y transformaciones, te hace resucitar y entrar con plenitud en la vida.
Por otro lado encontramos al SOL, como ya habíamos visto en la otra tradición. Es tu propia naturaleza de luz la que te garantiza la resurrección, porque lo único que tienes que hacer es limpiar los hechizos que oscurecen la luna. Desde tu propia capacidad de emoción que expresa la luna y desde tu propia naturaleza luminosa, se garantiza la posibilidad de resucitar.
La otra línea con las otras dos puertas de acceso tiene al VIENTO, la comunicación, y a la TORMENTA. Cuando se expresan las emociones a través de palabras verdaderas, es nutrición. Está la emoción de la luna, pero necesita de la expresión del viento. Cuando tu palabra es luminosa y hablas desde el corazón, eso te ayuda a resucitar.
La otra puerta es “sí mismo”, es decir, la tormenta, que es de color azul. El color azul tiene al mono del osar, recuperando la ingenuidad para creer en ello y hacerlo; a la visión del águila; al ensueño de la noche, reconociendo el error y eliminando todos los enganches que tienes a la envidia, el miedo, la pereza y la lujuria, y que te llevan a soluciones erróneas.
Esos 4 entronques garantizan la resurrección, que en este caso es una puerta. Hay que experimentar a través de ello para que se produzca la liberación de luz del humano en tono 11.
COMPARACIÓN ENTRE LAS DOS TRADICIONES:
Hay una traducción entre las dos tradiciones, de forma que las dos significan lo mismo.
En el norte vemos que la semilla aparece como programa y que hay una fuerza resucitadora que es la tormenta. La tormenta en sí mismo es una fuerza que tiene la capacidad de resucitar. Esto se puede traducir como que hay un programa diseñado en dimensiones superiores, pero al mismo tiempo hay una fuerza que te lleva a vivir siempre, a resucitar constantemente como el ave fénix.
Es algo que traduce las dos tradiciones: el programa y la fuerza resucitadora “per se”.
Mientras, por el sur encontramos que en tu interior hay luz y eso te resucita porque el sol lo único que necesita es limpiar lo que le obstaculiza, y en la otra tradición está la palabra. El sol nutre pero también realiza una tarea, y a la palabra le sucede lo mismo, realizando una tarea a favor de la vida al llamar a las cosas a la vida y al mismo tiempo nutriéndote y garantizándote la resurrección.
En la otra línea aparece la luna y el sol como este-oeste en una tradición y el enlazador y el espejo en la otra tradición.
La luna es similar al enlazador ya que enlaza con la luz y envía luz, que es lo mismo que haría un enchufe al conectarlo a la luz. Hay una similitud entre lo que hacen. Podemos decir que la luna envía luz enlazando con la luz.
Por otro lado está la luz del sol, como esencia, y también la capacidad del espejo de devolverte tu imagen. El espejo te conecta con las demás personas en la 4 dimensión, pero también con Dios y con dimensiones superiores.
De esta manera aparecen similares las dos líneas de estas dos tradiciones.
