Hablar de los dioses es hablar de ti, por lo menos de algo “posible”, como óptimo y maravilloso, aunque tal vez dormido total o parcialmente, que está en ti esperando su optimización, o sea su realización. Decimos “o sea” porque queremos decir que hacer algo real y optimizarlo es similar, es lo mismo.
Lo REAL es LO OPTIMO. Si lo que vivimos no es óptimo, está por debajo de lo real, es sub-real. Eso significa simplemente que ALGO MARAVILLOSO TE ESPERA.
Si no estás en la maravilla y te das cuenta, es decir si tu conciencia está suficientemente despierta como para darse cuenta, es justamente cuando puedes querer lo óptimo, y entonces puedes acceder a ello, porque se despiertan posibilidades dormidas, que son las mismas que están en esas imágenes que representan dioses.
Cuando quieres algo con la CONCIENCIA TRASCENDENTE suficientemente despierta, es cuando puedes crearlo, y eso es lo que conceptualmente decimos que hace la realidad dios desde su aspecto creador.
Dios crea lo que quiere. También el humano puede -muchísima gente, prácticamente todos, lo comprueba a través de sus experiencias-, crear y atraer a la realidad lo que desde su corazón de su ser quiere, o quizás sea mejor decir desde lo más real.
El desciframiento de los símbolos y de las simbologías es un dialogo con el alma, que sabe esas cosas y conoce la realidad Dios, porque Dios es REAL.
