CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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En la onda del enlazador se inicia el viaje enlazador que configura la realidad actual, donde todo el mundo sabe que la tierra es redonda y que al otro lado de su continente hay otras personas, que también son “otro tú”.

La onda del enlazador configura la era actual y también nos configura a las personas que vivimos en esta era o momento temporal.
El viaje que se inicia en la onda del enlazador el 3 de agosto de 1492, enlaza a todo el mundo, hasta entonces separados, desconocidos e ignorados.
Unas personas miraban, esperando a Quetzalcóatl, hacia los otros, denominándolos de esta forma Quetzalcóatl. Los que se asomaban desde Mesoamérica a la costa del atlántico mirando hacia Europa, diciendo que por ahí volvería Quetzalcóatl, daban ese título a las personas que allí vivían, aunque no supieran que eso sucedía. Miraban a Quetzalcóatl y la prolongación de su mirada llegaba a la otra tierra.
Y en Europa, como frontera del viejo mundo, también había personas que miraban hacia la ubicación donde estaba América, pensando que se dirigían a un lugar santo, al camino de Santiago, descrito incluso en tradiciones anteriores al cristianismo como santo, o sea mágico, y que era interrumpido por el mar. Todas las personas que, procediendo de Asia, África, Oriente Medio o Europa se dirigían a Santiago, miraban hacia donde se ponía el sol. Iban siguiendo ese camino y cuando miraban donde se ponía el sol, miraban hacia donde se encontraba América.
El viaje enlazador que se inicia el 3 de agosto de 1492 abre un camino que permite que las personas de todo el mundo puedan dirigirse en esa dirección, porque están llamados desde la santidad en aquel lugar.

También vemos que hacia Mesoamérica confluye una línea que desciende, descrita como el descenso de Tezcatlipoca por la tela de araña, de los pueblos que vienen atravesando el estrecho de Bering procedentes de Siberia, Mongolia y toda Asia.
Hay tribus que confluyen y al llegar al lugar del Tzolkin saben que han descendido por la tela de araña en busca del colibrí.

También desde el sur de américa hay un movimiento, en este caso ascendente siguiendo la serpiente, que se dirige hacia el colibrí en Mesoamérica, hacia el centro, donde se concentran los tres flujos migratorios.

El tres es la base del tetraedro, que es un poliedro formado por triángulos, correspondiendo en el Tzolkin a lo azul: a la noche, como representación de la familia señal o del día verde; a la mano, con su reconocimiento de las faltas al amor, como representación de la familia central o del humano; y al castillo azul, tercer castillo, cuya representación en los sólidos platónicos es el tetraedro. Sincrónicamente el momento en que aquellos navegantes ven América, es decir enlazan con América el 12 de octubre de 1492 es tierra 7, onda del mono, en el castillo azul.

El tetraedro tiene una base triangular con un vértice en otra dimensión. Desde cada lado de la base se forman tres triángulos, que son ascendentes, hacia el vértice alejado.
Ese lugar, que también es resonante, es el del nuevo nacimiento (mono), conteniendo la representación del programa (semilla), la kundalini (serpiente) y el espejo.

Efectivamente, ESPEJO-su-humo o Tezcatlipoca está ahí, en el tetraedro; la SERPIENTE está ahí, en el tetraedro; y también en el tercer elemento para formar el triángulo base, encontramos la onda del MONO, punto de encaje de los que vienen del viejo continente el 12 de octubre.
El color azul significa vivencias experienciales y transformación. Eso es lo que sucede, la transformación de una época asociada a vivencias experienciales, y para formar el volumen del tetraedro se encuentra la SEMILLA, que es la conexión con dimensiones superiores donde se gesta el programa.
En el mono está el grupo de personas que vienen de África, Asia y Europa, siguiendo al sol al reclamo del colibrí, e iniciando con ese viaje algo que va a suceder durante varios cientos de años.

Así se forma el tetraedro, que corresponde al tercer castillo, castillo azul, castillo resonante -el azul es resonante-.
Por eso es necesario honrar y devolver la honra a ese proyecto forjado en dimensiones superiores, donde se convoca a todos al reclamo del colibrí. Devolver la honra, respetar, amar.

De modo que el tetraedro queda establecido por una parte por personas que vienen desde el sur, que son los habitantes más antiguos y provienen de Polinesia y Australia, que son gente del mar, gente del agua. Este grupo que proviene del sur va a estar representado por la serpiente.
Por otra parte, el grupo que proviene de Asia pero entra por el estrecho de Bering, está representado por el espejo.
Y luego está el tercer grupo, que proviene de Europa-Asía-África, representado por el mono.

Esto hace una figura en plano. El cuarto elemento es el propio Tzolkin con la sabiduría que está allí esperando esa confluencia. Entonces, se forma el tetraedro.
Ese tetraedro está construido. Nadie se puede oponer a ello, porque es un designio, realizado. Ahora la invitación, a la sociedad de la estrella, es a la creación de la estrella tetraédrica o doble tetraedro.
Hay un tetraedro y es necesario desde la conciencia de cada persona co-crear el otro tetraedro, el tetraedro enlazado o estrella tetraédrica.
Esa es la tarea actual del despertar de la conciencia.
Honra, respeto y bendición.
Gracias y perdón.