CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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La cuarta dimensión supone el inicio de un regreso. Es un despertar de la conciencia que muestra tu inicio, de dónde vienes.

El dragón, que es luz cumpliendo una misión, viene de la luz y toma forma para regresar a la luz. El dragón no toma forma para quedarse aquí y mantenerse en la forma, sino que la luz toma forma para volver a la luz contigo.
Hay un momento donde tomas conciencia de que estás viviendo un regreso.

El símil de la cuarta dimensión es Cenicienta y Noé, y en este caso el cuento de Pulgarcito, aquel niño que se ha alejado de su casa, de su origen y de su centro, y que logra retornar gracias a haber ido dejando caer unas piedrecitas que llevaba en el bolsillo.
Al reconocer o recordar las piedras sabe que ha estado allí.

Es como si alguien te secuestrara y tuvieras la habilidad y presencia de ánimo para ir dejando muestras de dónde has estado. Te abandonan en un páramo desconocido y en principio no sabes encontrar el camino, por lo que tienes que ir recordando.

Eso es lo que significa el ORIGEN en la cruz de los abuelos. La luz ha tomado forma y está en una dimensión diferente, por lo que tiene que resituarse.
El inicio u origen se situaría en el Tzolkin en la casilla 121, al establecer las líneas horizontales, que son las ondas, y reconocer la columna resonante.
La casilla 121 corresponde a la mano 7 en horizontal y al dragón 4 en vertical.
Se trata de actuar reconociendo el error, mano 7, como forma de activar el recuerdo, al mismo tiempo que actúas como Tezcatlipoca. Recuerdas que eres Tezcatlipoca descendiendo, ya que el dragón 4 es el cómo (tono 4) de la onda del espejo (Tezcatlipoca).

El origen está en recordar que eres Tezcatlipoca en el nivel espiritual y una persona concreta que ha hecho tal y cuales cosas en la dimensión en la que estás.
Se trata de superponer una visión en horizontal y otra en vertical, y sumar contenidos. Ahí empieza la cosa.

La mano 7 es reconocer dónde te has alejado del centro en tus acciones y qué has hecho mal, pero no como algo que signifique que eres un malvado, sino como que te has alejado: “he estado aquí, he hecho esto y aquí me estaba alejando”.
Entonces, puedes tomar el camino de regreso a través de ese reconocimiento. Ese es el valor del reconocimiento a través de tus acciones en contra del amor: dónde te has alejado del amor y cómo puedes retornar al amor y recuperar el centro.

Eso es lo que aparece en la columna resonante que muestra la forma en que presenta la cruz la tradición de los abuelos.